Ya lo dice Víctor Küppers “La actitud multiplica”. ¡¡Pero es que lo multiplica todo!! Especialmente tus posibilidades de conseguir el mejor resultado posible cuando haces cualquier tarea, tanto si esta es profesional como si es personal. Elegir la actitud que mejor ayudará a que consigas ese resultado óptimo es lo que marcará la diferencia. En este post verás 5 ideas para que aproveches al máximo el extraordinario potencial de tu actitud.

Elegir tu actitud te ayudará a hacer lo que has de hacer en menos tiempo

Por si todos los beneficios de elegir la actitud fueran pocos -que no lo son, son muchísimos- además tiene la enorme ventaja de que te permitirá ahorrarte tiempo. El tiempo que empleas en hacer una tarea puede ser más corto si cuando te planteas esa tarea eliges la actitud correcta para obtener el mejor resultado posible.

Para ello debes hacer algo muy importante:

Primero pregúntate cuál es el resultado que quieres conseguir. Sin saber eso, no sabes a dónde vas. Así que decide el resultado primero que nada.

En segundo lugar, pregúntate ¿Cuál sería la mejor actitud que debo tener ante esta tarea para conseguir el mejor resultado posible?

Cuando hayas hecho esta reflexión tendrás una pista muy importante de qué es lo que te conviene facilitarte.

Por ejemplo, si necesito hablar con alguien que es propenso a salirse de sus casillas, que suele ponerse muy nervioso, que grita, la mejor actitud que yo puedo adoptar es la calma. Sabiendo esto puedo elegir estar calmado, sé que no estarlo no va a ayudarme en nada, por tanto, mejor hacer todo lo posible para estar en calma antes de esa conversación.

El tercer paso es crear las condiciones para conseguir esa actitud que ahora sabes que va a facilitarte el resultado que quieres conseguir en una tarea.

Por seguir con el ejemplo, si necesitas calma, pues antes de esa conversación no hagas algo que sepas que te pondrá nervioso o nerviosa, al contrario, haz algo que sepas que te tranquiliza y verás como es más fácil conseguir la actitud que sabes que necesitas.

El coste de hacer una tarea con la actitud incorrecta siempre es más tiempo para hacerla o para resolver los problemas que se derivarán de haberla hecho mal.

En el vídeo te doy algunas pistas más…

Algunas preguntas para decidir tu actitud y conseguir mejores resultados

Voy a proponerte algunas preguntas para que veas cómo puedes tener las claves para decidir tu actitud ante cualquier situación on tarea que debas realizar.

Se trata de ejemplos que pueden ayudarte a decidir las preguntas para otras circunstancias tuyas que yo, lógicamente, no puedo imaginar aquí.

¿Necesitas marcar límites?

Adopta una actitud convencida. Convéncete tú primero de que la opción que defiendes es la mejor. Transmitirás seguridad y, por tanto, es mucho más fácil que puedas mantener esos límites.

¿Necesitas generar confianza?

Elige una actitud alegre. Sonreír es la mejor estrategia para transmitir seguridad. Alguien seguro, no tiene ningún motivo para no estar alegre, así que si haces algo tan sencillo como sonreír, te aseguro que estarás transmitiendo confianza en ti mism@ y de esa forma atraerás confianza de los demás.

¿Debes resolver algún problema?

Adopta una actitud tranquila. Cuanta más tranquilidad tengas, más fácil va a ser que encuentres la solución y analices lo que pasa con distancia y sin poner en juego emociones que lo que harán será enturbiar el camino a la solución.

¿Tienes poco tiempo para resolver algo?

Actitud de máxima concentración. Si tienes poco tiempo has de enfocarte claramente al objetivo evitando distracciones y, sobre todo, mensajes negativos, quejas y excusas para dilatar el momento de hacerlo o para retrasar lo que hay que hacer.

¿Quieres mostrarte como una persona atractiva?

Necesitas una actitud relajada y divertida. Por ejemplo, cuando tenemos una cita con nuestros amigos o nuestra pareja, que son muy importantes también en tu vida y merecen la misma atención que las profesionales. ¿Quieres ser una persona atractiva para los demás? Pues escucha atentamente, sonríe, cuida tu comunicación verbal y sobre todo la no verbal.

¿Tienes ante ti una tarea complicada?

Pues actitud de calma. Si a lo complicado le añades presión, nervios, angustia y prisa, saldrá peor sin duda. Elige la calma para atacar y resolver situaciones complicadas, verás como tu actitud facilita que hasta lo más complicado y difícil se resuelva de forma más sencilla.

En este vídeo tienes una amplicacfión de lo que te acabo de plantear.

Qué has de evitar para facilitarte la actitud que necesitas

Si de lo que se trata es de elegir la actitud correcta que te permitirá conseguir mejor resultado en menos tiempo, va a ser muy importante que evites todo aquello que hará que esa actitud no aparezca de manera natural.

Vamos a ver algunas de las cosas que debes evitar si quieres que esa actitud que necesitas fluya sola y te cueste muy poco conseguirla y ponerla en juego.

¿De qué debes protegerte mucho?

Para facilitarte de manera natural tu actitud es muy importante que crees una situación mental que te ayude a tener la calma para elegir la actitud correcta. Para conseguirlo te recomiendo que te protejas de…

Lo que haya ido mal antes. Si te dejas influir porque algo que has hecho antes ha ido mal, estás condicionando tu estado de ánimo y no avanzarás. Avanza a partir de los éxitos, pero también a partir de aprender de los errores, pero no temas un resultado negativo si algo ha ido mal; si eres inteligente, habrás aprendido del error. Así que no dejes que eso te influya.

Las personas negativas y pesimistas. No las vas a cambiar, eso ni te lo propongas. Las personas cambiamos cuando creemos que debemos hacerlo y, por supuesto, podemos elegir no cambiar; no cambiamos cuando otra persona quiere que lo hagamos. Así, que olvídate de hacerlo. Pero eso no significa que no puedas protegerte de esas personas que si están cerca cuando has de elegir tu actitud te mandarán un montón de mensajes contaminantes que harán mucho más difícil que la cconsigas.

Las situaciones de tensión. Con tensión, con estrés, con miedo es mucho más difícil tomar decisiones recionales. Elegir tu actitud va a ser una decisión racional. Tendrás que decidir cuál es el resultado que quieres y pensar cuál es la actitud que te ayuda a conseguirlo. Eso es una decisión racional. Si huyes de la tensión, la tomarás más fácilmente.

De qué debes también protegerte

Hay algunas cosas más que sin tener la importancia que tienen las anteriores, has de tener en cuenta porque influirán en la toma de decisión sobre tu actitud y, por tanto, en tus resultados y el tiempo que necesites para conseguirlos.

De ti mism@. Del exceso de confianza. De la misma manera que te decía que cuando algo va mal no tiene porqué condicionar la próxima vez que lo hagas, si cambias algo; con lo que ha ido bien ocurre algo similar. ¿Ya lo has hecho bien antes? No te confíes. ¿Cuál ha sido la clave del éxito? Encuéntrala y repítela.

De la pereza de no hacer el esfuerzo de elegir la actitud correcta. Ahora puede parecerte que esto es un proceso largo. No es verdad. Solo tienes que entrenarte y te aseguro que lo harás en menos de un minuto. Pero ahora céntrate en entrenar y luego lo que ocurrirá es que no podrás dejar de hacerlo.

De la prisa. Antes de empezar una tarea, sobre todo aquella que consideres importante, tómate un tiempo. No saltes de la tarea anterior a la siguiente sin cinco minutos de calma y reflexión para decidir. Respira y prepárate para esa tarea. No llegues corriendo a lo importante.

De la improvisación. No improvises nunca. Ni siquiera las improvisaciones. Ensaya, entrena, planifica la estrategia, recopila los recursos que necesitas, habla con quien tiene más información que tú, revisa lo que has hecho antes. Si haces eso, te aseguro que el éxito de tus resultados se va a multiplicar. Tanto si se trata de tareas profesionales como de tareas personales. Estarás en el camino de tu satisfacción personal.

En el vídeo te lo explico con más detalles.

Cómo elegir tu actitud en tu vida personal

Lo que ocurre en tu vida personal influye en tu vida profesional. Lo que ocurre en tu vida profesional influye en tu vida personal.

Tu satisfacción depende de las dos facetas. Lo que aprendes, lo que consigues, lo que entrenas, las habilidades que consigas desarrollar en lo profesional te ayudarán en tu vida personal y, por supuesto, al revés también.

Por tanto, cuida igual tus tareas importantes en el plano personal de lo que cuidas tus tareas profesionales. Dale importancia a una conversación con tu pareja, a una conversación con tus hijos o con tus padres. Dale importancia a una salida al cine. Dale importancia a una fiesta con tus amigos. Dale importancia a un fin de semana. Dale importancia a un paseo… dale importancia a todo lo que es tu vida personal.

Y para hacerlo, aplica lo que ahora sabes sobre cómo elegir la actitud correcta en tu faceta profesional a tu vida personal.

Conseguirás muchísima más satisfacción personal, mejores resultados, invertir menos tiempo en conseguirlos y además contagiar eso a tu círculo personal más cercano.

En el vídeo tienes más detalles.

Cómo facilitar la actitud de las personas de tu equipo

Ya tienes claro que no puedes cambiar a nadie. Tampoco puedes elegir la actitud de los demás, cada uno elige la suya, pero eso no significa que no puedas hacer nada para favorecer la actitud correcta en las personas de tu equipo. Vamos a ver algunas ideas para hacerlo.

Primera idea que has de tener clara: todos contamos en un equipo. Así que no te olvides de nadie. Especialmente si eres tú quin lidera el equipo. No dejes a nadie de lado. Cuando les hables, mira a todas las personas de tu equipo, haz que sientan que su aportación es clave, diles lo mucho que importan. De esta forma conseguirás más implicación y transmitirás energía a cada persona de tu equipo.

Segundo, vende bien lo que quieras conseguir con tu equipo. No te extrañes si no se sube nadie al carro si no les vendes muy bien lo que pretendes conseguir. ¿Qué hay que hacer para vender un proyecto bien? Pues ponerle entusiasmo -eso sí depende de ti-; explicar claramente la importancia de lo que vamos a hacer y lo que vamos a conseguir; cuidar mucho tu comunicación no verbal.

Tercero y más importante, exígete a ti mism@ la actitud correcta, sino no podrás pedírsela a nadie más. Eso está exclusivamente en tus manos, lo demás no.

En el vídeo, como siempre, algunas claves más.

Si la actitud es lo que multiplica tus posibilidades de éxito hagas lo que hagas, dale la importancia que tiene y pon en práctica algunas de estas ideas, verás como empiezas a multiplicar.

Jaume Josa. Diciembre 2023

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